La regulación del alcohol varía de un estado a otro y se determina individualmente en cada estado. Cada estado tiene su propio conjunto de normativas y reglas únicas. No obstante, existen dos modelos principales de regulación del alcohol, conocidos como estados con regulación abierta y estados con regulación estatal, en los que cada estado encaja.
En los estados con regulación estatal, el gobierno del estado supervisa uno o más aspectos del sistema de tres niveles en su jurisdicción. Los estados con regulación estatal representan aproximadamente el 11% de todas las ventas de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos, excluyendo la cerveza y los productos de malta.
En los estados con regulación abierta, todas las partes del sistema de tres niveles son propiedad de empresas privadas que operan en conformidad con las leyes.